El módulo de Brixto presenta un estilo arquitectónico moderno y funcional, diseñado para destacar en el entorno comercial del centro comercial. Su forma perimetral con líneas curvas y suaves genera un flujo visual dinámico, mientras que el uso del color rojo intenso —característico de la marca— crea un punto focal inmediato que capta la atención del público. El material de superficie sólida en tonos claros aporta contraste, limpieza visual y una sensación de orden y amplitud, reforzando la percepción de calidad e higiene tan importante en espacios gastronómicos.

El diseño equilibra identidad de marca y operatividad. La volumetría simple, la integración del logotipo en relieve y la iluminación puntual sobre la zona de atención crean una experiencia coherente con la imagen de Brixto: moderna, accesible y alegre. Además, la disposición abierta hacia los pasillos del centro comercial promueve la interacción directa con los clientes, optimizando la visibilidad y facilitando la venta impulsiva —un recurso esencial en el diseño retail contemporáneo.